La hipoglucemia se trata con glucosa. Fin.

Ojalá fuera tan sencillo ya que se estima que las personas con diabetes de tipo 1 sufrirán una media de 2 hipoglucemias no graves por semana y un 35% sufrirá al menos un episodio grave a lo largo de su vida.

Este post es una continuación de dos entradas en las que ya hablábamos de la hipoglucemia en sí, clasificación y causas; y por otra parte de fenómenos asociados. Si te interesan puedes leerlos aquí y aquí. Pero bueno, metámonos en harina (integral, por supuesto).

¿Qué hacemos ante una hipoglucemia?

Lo principal ante la aparición de los síntomas de esta (síntomas que ya conocemos de sobra) sería confirmarla mediante una glucemia, ya que existen situaciones en las que podemos tener sensación de hipoglucemia, pero a la hora de realizarnos una glucemia esta sea normal. Esto puede ser debido a una bajada brusca de la glucemia sin que esto implique entrar en hipoglucemia (por ejemplo, de estar en 250 mg/dl pasar a 90mg/dl) o si has estado una temporada con valores altos y consigues estabilizarte también puedes tener esa sensación.

De todas formas, si no se tiene un aparato para medir la glucemia a mano, lo mejor es dar esa información que nos da el propio cuerpo como verdadera y tomar algo de carbohidratos; ya que es mejor estar un poco alto que no hacerles caso a nuestras sensaciones y acabar por los suelos.

Un gran problema ¿Cuántos mg/dl aumenta 1 gramo glucosa en nuestra sangre?

Escribiendo este post me he vuelto loco buscando evidencia sobre este tema. Algún artículo, algún estudio, experimento… hasta que finalmente me he encontrado un artículo donde se expone un experimento en el que participaron varias personas de distintos sexos, de edades comprendidas entre 20 y 35 años, un índice de masa corporal de entre 18 y 26 kg/m2 (entre normopeso y sobrepeso grado 1) y tanto con diabetes como sin ella. El experimento se trataba de provocar una hipoglucemia para luego resolverla con: 10gr de glucosa a un grupo, 20gr de glucosa a otro, 1mg de glucagón subcutáneo a otro de los grupos y placebo a otro de los grupos para usarlo como control.

En esta gráfica de la izquierda se pueden apreciar los 4 grupos. Los círculos son los que tomaron los 10gr de glucosa, los cuadrados los que tomaron los 20gr de glucosa, los triángulos a los que le inyectaron el 1mg de glucagón y la zona punteada pertenecen a los que tomaron un placebo (es decir, no tomaron nada).

La subida es, prácticamente, directamente proporcional a la cantidad de glucosa ingerida.

Como se puede apreciar, el ascenso de la glucemia es prácticamente proporcional. He hecho una tabla comparando los picos inferiores y superiores y si la cantidad de mg/dl que aumenta en cada caso se divide entre la cantidad de glucosa ingerida salen cantidades muy parecidas: 3,7 y 3,2 mg/dl que serían los que elevarían un gramo de glucosa en sangre. Todo esto es una media de los valores obtenidos. Os dejo un enlace al artículo en cuestión para quien quiera leerlo, aunque esta en inglés.

Muy bien, entonces hemos respondido a la pregunta. Un gramo de glucosa eleva 3 y pico nuestra glucemia. Pero entonces ¿ese rollo de personalizar la dosis de carbohidratos para recuperarse de una hipoglucemia y esa cruzada en contra de la ley del 15 y todas esas movidas?

Propongo un experimento. Si coges un vaso de agua lleno (unos 200ml de agua) y le echas un par de cucharadas de azúcar ¿Cómo estará esa agua? Obviamente, dulce. Solamente pruébala, no te la bebas entera a no ser que tengas una hipoglucemia, que no quiero un disgusto por mi culpa… Ahora bien, si usamos una jarra de las grandes, de esas de 500ml de agua y le echamos exactamente la misma cantidad de azúcar ¿sabrá igual de dulce esa agua? Pues no, lo mismo pasa con nuestro cuerpo y la cantidad de sangre de que disponemos. Hafþór Júlíus Björnsson, el actor que encarna a la Montaña en Juego de Tronos (os juro que he escrito el nombre de memoria) para nada va a tener la misma cantidad de sangre que Danny DeVito pues la diferencia de masa es brutal.

En este estudio no se ha tenido en cuenta este dato, pues se ha buscado perfiles parecidos ya que realmente el estudio versaba sobre el uso de la Terbutalina y la Alanina en el tratamiento de las hipoglucemias y les interesaba que los perfiles fuesen parecidos.

Aquí podéis ver una aproximación puramente teórica de la cantidad de litros de sangre en función del peso y, siguiendo una regla de tres inversa, los mg/dl que en teoría se elevarían en cada caso. ojo, datos puramente teóricos, ciencia de Barbate. Mi dominio del excel es apabullante.

En los suburbios de internet me he topado varias veces con una tabla en la que se hace una estimación de la cantidad de mg/dl aumenta la glucemia un gramo de glucosa en función del peso. Esta tabla se establece al hacer una aproximación de los litros de sangre que tenemos en función de nuestro peso y estableciendo una relación inversa. Es decir, si para una persona con un peso de unos 80kg la subida es, aproximadamente, de 3mg/dl por gramo de glucosa, alguien con la mitad de peso tendrá la mitad de sangre y por lo tanto le producirá una subida del doble. De hecho en pediatria se utiliza una regla para calcular los gramos de glucosa a administra a los peques en caso de hipoglucemia, esta es usar 0,3gr de glucosa por cada Kg del niño.

Durante estos días he aprovechado todas mis hipoglucemias e incluso los momentos de tener la glucemia estable (los llamados unicornios) para calcular cuánto me sube un gramo de glucosa usando las tabletas de GlucoUp! y la respuesta es que 3 y pico. Mi peso es de unos 83 kg por lo que estaría dentro de las estimaciones de la tabla, pero también dentro de las estimaciones del artículo del que hablé antes. Con la monitorización continua es muy fácil descubrir estos datos para uno mismo, por lo que os animo a que hagáis el experimento y de esta forma podéis individualizar totalmente vuestro propio tratamiento.

Para acabar esta sección me gustaría hacer un apunte interesante a propósito del articulo anteriormente mencionado. Si os fijáis en la gráfica, un tiempo después de llegar al pico glucémico tras ingerir los carbohidratos la glucemia cae en picado y en cuestión de unas horas llega al mismo punto en el que se encontraban los que habían tomado placebo (que habían corregido su glucemia con la contraregulación) y es por esto que, si sólo tomas glucosa simple, alimentos de absorción rápida, probablemente te vuelva a dar otra hipoglucemia.

¿Cuánto carbohidrato comer?

A pesar de que, como todo en esta enfermedad, al final tenemos que tender a la personalización de nuestras necesidades, existe una serie de pautas que nos pueden ayudar en situaciones en las que no estamos tan familiarizados o en las que el cerebro no nos da para pensar (que estando en hipoglucemia no es extraño).

De manera general, se supone que 10 gramos de carbohidratos elevarían aproximadamente unos 30 mg/dl en aproximadamente 15-30 minutos. Esta glucemia seguirá elevándose durante unos 45-60 minutos y después descenderá.

Sabiendo estos datos si nos encontramos en una hipoglucemia con unos valores de 60 mg/dl, sabemos que si nos tomamos 10 gramos de glucosa en 15-30 minutos deberíamos tener unos valores de 90 mg/dl aproximadamente.

De aquí nace la famosa regla del 15. Si aún no la conoces es muy fácil.

La regla del 15:

Se trata de una denostada regla nemotécnica sencilla para saber cuántos carbohidratos tenemos que ingerir y qué tiempo esperar. La regla lo que vendría a decir es que en caso de hipoglucemia tendríamos que ingerir 15 gramos de carbohidratos de absorción rápida y esperar 15 minutos para hacernos otra determinación de la glucemia y comprobar que se ha revertido esta situación. En caso de que no se haya corregido la hipoglucemia se procedería a tomar otros 15 gramos y esperar otros 15 minutos.

Si antes hemos estimado que 10 gramos de carbohidratos nos subirían en torno a 30 mg/dl, 15 nos subiría alrededor de 45 mg/dl; por lo que si partimos de una glucemia de 60 mg/dl nos pondríamos rondando los 105 mg/dl.

En caso de los peques existe una variante de esta regla, llamada la regla del 10 que lo que vendría a decir es que se ingieran 10 gramos de carbohidratos y se esperen 10 minutos para comprobar que se haya corregido la hipoglucemia.

Esta regla es controvertida, ya que, por una parte, en 10-15 minutos, en muchas ocasiones, es imposible que la glucemia se eleve tanto y esto nos podría llevar a cometer el error de ingerir más carbohidratos de la cuenta y acabar con una hiperglucemia jodida de corregir, pues a los carbohidratos ingeridos habría que sumarle la dichosa contrarregulación. Si partimos de una glucemia de 50 mg/dl, por ejemplo y en 15 minutos estamos en 70 mg/dl aunque estemos aún en hipoglucemia, probablemente no se hayan absorbido la totalidad de los carbohidratos ingeridos, por lo que si esperamos y no ingerimos nada más podríamos evitar esos dichosos picos hiperglucemicos post-hipoglucemia (vaya trabalenguas). Una buena herramienta para ayudarnos en estas situaciones son los medidores continuos de glucosa, ya que la tendencia nos sirve para discernir entre si la tendencia sigue siendo hacia arriba (por lo tanto esperamos y no tomamos más carbohidratos) o si se ha quedado en una meseta estable (por lo que si que habría que tomar algo más, pero ni de coña 15 gramos).

Si la hipoglucemia nos da después de una comida con mucha fibra o mucha grasa, el vaciamiento gástrico (es decir, el tiempo que tardan los alimentos en pasar del estómago al intestino) será más lento y por tanto habrá que esperar más a que los carbohidratos que nos hemos tomado lleguen al intestino, donde serán absorbidos. Porque, que quede bien claro, los carbohidratos no se absorben ni por la mucosa oral, ni en el estómago y tampoco por la mucosa anal.

Bastante jodido esta uno en una hipo como para que le metan un frigopie por el…

“¿Qué estas hablado del ano?” puedes preguntarte; pues en algunas guías médicas se indica la administración de glucosa rectal para revertir una hipoglucemia. Aquí os dejo una imagen de un algoritmo de actuación frente a hipoglucemia sacado de un manual de procedimientos de Aragon en el que se aconseja la vía rectal en caso de no poderse usar la vía venosa. Esta guía tal vez precise de una revisión.

Por otra parte, esta regla no tiene en cuenta la sensibilidad (por llamarlo de alguna forma) que cada persona tiene a los carbohidratos, de manera que establece una cantidad estándar para todo el mundo.

Me gustaría romper una lanza por esta regla, ya que creo que tampoco debería desecharse, pues se trata de, tan solo, eso, una técnica nemotécnica que nos puede ayudar al principio de la enfermedad, cuando estamos más perdidos que un pulpo en un garaje. Como todo, primero aprendes las reglas básicas y, a medida que te vas conociendo pues irás afinando y aprendiendo la cantidad que necesitas para una hipoglucemia de 50 mg/dl, una de 70 mg/dl o incluso para esos momentos en los que estas a 85 mg/dl pero percibes que vas a necesitar un aporte extra para que esta no caiga…

También lo veo útil para las personas que conviven con nosotros. Yo no sé ustedes, pero mi pareja no sabe contar raciones, y mucho menos mi madre o mis amigos. Si me da un bajón y no puedo reaccionar (cosa que hasta ahora no me ha pasado) prefiero que antes de no saber absolutamente nada tenga en mente algo tan sencillo como “regla del 15”. Es como eso de llamar “uno, uno, dos” al 112, es un truco, aunque no sea el evangelio. De hecho, yo diría que pocas cosas se pueden tomar como el evangelio en esta enfermedad ya que todo es muy subjetivo, y si intentas aplicar las matemáticas pensando que los resultados van a ser exactos te vas a comer un mojón como el sombrero de un picaor.

Otras cosas a tener en cuenta…

Estas reglas son, como llevo todo el articulo diciendo, una forma orientativa en la que apoyarnos para corregir una hipoglucemia sin liarla ya que los objetivos serían, bajo mi punto de vista, por una parte, anticiparnos a una hipo y si es demasiado tarde y nos encontramos bajos, salir de esta sin provocarnos una hiperglucemia y lo más rápido posible para evitar el rebote que causa la contrarregulación. Además de procurar que no vuelva a repetirse la hipoglucemia.

Si ya eres capaz de contar raciones, tienes una ratio insulina/carbohidratos y conoces tu factor de sensibilidad a la insulina (FSI) también puedes calcular la cantidad de carbohidratos necesarios para remontar una hipo en base a estos datos.

Por ejemplo; si has comido algo que no controlas muy bien, esta te ha hecho su pico glucémico y después ha empezado la bajada puedes calcular cuanta insulina activa te queda en el cuerpo. ¿Cómo? Muy sencillo. Calculas la duración de ese tipo de insulina (puedes guiarte con la tabla que hice en este post) y hacer una regla de 3. Si me puse x unidades y la duración de estas unidades es de K horas ¿Cuántas unidades siguen activas?

Pongo un ejemplo con un análogo de insulina ultrarrápida (como podría ser la Novorapid, Apidra…) ya que son las más utilizadas. Si a las 14:00h me puse 6UI y la duración de esta insulina es de 4h (se estima que la vida media está entre 3 y 5 horas, así que cojo un término medio) y ahora son las 16:00h: Han pasado 2h desde que me puse la insulina. Si son 6 UI que durarán 4h; en 2h quedan x.

6UI———4h

X———-2h

2×6=12/4=3UI

Por lo que tendremos 3UI de insulina activa. ¿Y de qué nos sirve esta insulina activa? Pues si tenemos una ratio insulina/carbohidratos podemos utilizarlo de manera inversa.

Imaginemos que nuestra ratio es 1,5UI/ración; es decir, 1,5 unidades de insulina por cada 10 gramos de carbohidratos. Si tenemos activas 3UI necesitaremos 20 gramos de carbohidratos para compensar esa carencia de glucosa que tenemos (3×10=30/1,5=20 gramos de CH).

Actualmente, los glucómetros con calculadora de bolos incluso las apps de gestión de la diabetes (del estilo socialdiabetes, diabetes:M…) ya cuentan con esta información a la hora de hacer correcciones con carbohidratos y tal.

¿Qué tipo de carbohidrato me tomo?

Este es un aspecto importante a tener en cuenta por varías razones. Por una, parte necesitamos una serie de carbohidratos que eleven la glucemia lo antes posible; y, por otra parte, tenemos que asegurar que esta no vuelva a caer; por este motivo tenemos que tener en cuenta los dos grandes grupos de alimentos que podemos usar: los de absorción lenta y los de absorción rápida (también puedes encontrarlos como de rápida o lenta asimilación).

-Alimentos de absorción rápida: Obviamente son los que necesitamos en el momento pues, como su nombre indica, se absorbe directamente y eleva la glucemia rápidamente. ¿Por qué elevan la glucosa tan rápido? Pues precisamente por eso, porque se trata, normalmente, de glucosa o por que los carbohidratos no están asociados a sustancias que enlentezcan su absorción.

-Alimentos de absorción lenta: estos alimentos tardarán más en elevar la glucemia ya que en su composición los carbohidratos se encuentran asociados a sustancias, como las grasas o la fibra, que enlentecen el vaciamiento gástrico y, por ende, la absorción.

Un inciso: Durante la digestión, el metabolismo se encarga de transformar la mayor parte de los carbohidratos (sacarosa, fructosa, maltosa…) en glucosa ya que las células necesitan glucosa para obtener energía. Antiguamente se hacía una clasificación de carbohidratos de absorción rápida o lenta, pero actualmente se habla directamente de alimentos de absorción rápida o lenta, ya que la rapidez de absorción depende más del conjunto de sustancias que tiene ese alimento que del tipo de carbohidrato que contiene (si este es simple, complejo…) ya que la digestión comienza directamente con la saliva en la boca, donde las amilasas van separando los azucares complejos en azucares simples. Sustancias como las grasas, proteínas o la fibra hacen que el estómago se vacíe con más lentitud retrasando la absorción de los carbohidratos.

Para hacer esto más comprensible pongo un ejemplo: Los carbohidratos de una naranja se absorberán más lentamente que los de un zumo de naranja, y estos se absorberán aún más rápido si le hemos quitado la pulpa (fibra) al zumo.

La absorción de los carbohidratos tiene mucho que ver con el Índice Glucémico, del que cada vez se habla más; pero no quiero meterme en ese tema en este post, pues es complejo y me gustaría escribir un post sobre este índice más adelante.

Ok, muy bien. Entonces, alimentos de absorción rápida y listo, ¿No? Pues no. Lo ideal es que tomemos suficientes carbohidratos en alimentos que se absorban rápido como para salir de la hipoglucemia y, por otra parte, algunos alimentos con carbohidratos de absorción lenta que nos ayuden a mantener nuestra glucemia durante un tiempo, ya que, la mayoría de las veces, si resuelves una hipoglucemia tan solo con alimentos de absorción rápida lo más probable es que vuelvas a tener una hipoglucemia de repetición al poco tiempo.

Nuestros mejores aliados de rápida absorción son:

-El azúcar puro (sacarosa). Yo suelo comprar alguna caja de esta que viene en sobrecitos de manera que puedo llevarlos para emergencias en dosis de 6 gramos. Un clásico. Los contras son las caries y lo asqueroso que es masticar azúcar. Aunque también se puede diluir en agua o en leche, pero en ese caso tardará más en absorberse los carbohidratos debido a la grasa de la leche (si esta es entera). No olvides de tener en cuenta los carbohidratos de la leche.

Rica miel, destilada por los dioses en el Valhalla.

-La miel. Mi salvadora en muchas situaciones. Para esas hipoglucemias en las que no te apetece comer nada como las que aparecen después de comer o las que dan de madrugada y quieres resolverla lo antes posible para seguir durmiendo, con una cucharadita de postre de miel, solucionado. No llena ni es pesada, natural, sube rapidísimo (al menos a mí) y, personalmente, es una de esas cosas que mas añoro de cuando no tenía diabetes (ese vasito de leche calentita con miel antes de dormir en las noches de invierno). Incluso me ha ayudado a remontar en esas gastroenteritis en las que las glucemias no paran de bajar sin tener insulina activa. Otra cosa buena es que al tener una textura de tipo gel se puede tomar sin problema en caso de tener alguna dificultad al tragar. Los contras de esta opción es que no se puede llevar encima para emergencias y también que debido a su textura es difícil controlar la cantidad exacta, sobretodo si eres muy sensible y la glucemia se te dispara muy rápido.

-Zumo. Otro de los clásicos. Ya sabes, si es industrial comprueba la cantidad de carbohidratos ya que pueden llegar a tener hasta 10 o 15gr por 100ml (2-3 raciones en un vaso). Los tetrabriks de 200ml se pueden llevar fácilmente en algúna mochila, son muy socorridos.

-Leche. Con la leche hay que tener en cuenta que dependiendo de la cantidad de grasa que tenga se absorberá más o menos rápido; por lo tanto la leche desnatada subirá rápidamente la glucemia, por lo que nos puede servir en primer momento, pero la leche entera tardará mas tiempo en elevar la glucemia y lo hará mas lentamente, por lo que podrás usarla para mantener la glucemia post-hipoglucemia.

-Refrescos azucarados. Son una buena opción si estás en la calle y hay cerca una maquina expendedoras, pero cuidado, que tienen más azúcar que qué. Para que te hagas una idea, una lata de Coca-Cola de 330ml tiene 35gr de azúcar, o sea, 3,5 raciones. Una de las ventajas de las bebidas con gas es que en ocasiones la glucemia no sube tras 30 o 60 minutos de tomar algo y esto es a causa de que los alimentos se encuentran en el estómago y no pasan al intestino; los refrescos gaseosos relajan el píloro, el esfínter que se encuentra al final del estomago y que le da paso a los alimentos hacia el intestino donde se producirá la absorción de los carbohidratos.

Mención especial para los productos que están expresamente diseñados para corregir las hipoglucemias. Hay una infinidad por lo que voy a hablar de los que he probado yo personalmente:

-Diabalance: Se trata de unos sobres con un gel que contiene azucares de absorción rápida que pueden corregir la hipoglucemia rápidamente. También existe una variante de este producto que además de la dextrosa (azúcar de absorción rápida; pincha en la palabra para obtener más información) contiene isomaltulosa, un azúcar complejo de absorción lenta que sirve para mantener los niveles de azúcar en sangre tras la hipoglucemia. Mi experiencia con estos geles fue bastante buena, tienen un sabor agradable y cumple bien su función. La única pega es que el envase no es cómodo para ser transportado con el riesgo de que se rompa y se te llene todo de ese gel pegajoso (sí, me ocurrió una vez). Podéis leer más sobre este producto aquí.

-GlucoUp!: Mención especial para esta marca. Por una parte, os cuento que nació (según oí en una entrevista) cuando descubrieron que en otros países existen este tipo de tabletas y productos para corregir las hipoglucemias rápidamente, ya que la pareja de Daniel (uno de los creadores de GlucoUp!) es diabética y aquí no nos llegaban o los costes de los envíos y demás hacían un imposible la obtención de estos productos. Esto quiere decir que es una marca comprometida y tan solo hay que acercarse a las redes o incluso hacer un solo pedido, para darse cuenta del cariño que le ponen, lo humano que son y la gran labor que han hecho. Podría hablar largo y tendido sobre los productos que tienen y tal, pero eso ya lo hizo Don Sacarino (aquí y aquí) por lo que eso que me ahorro…ya que me está quedando esto más largo que una hipoglucemia en el trabajo.

Para mí, los productos estrellas que siempre llevo a mano para emergencias son las tabletas, que las hay de 4gr de dextrosa (redonditas) y de 5gr (cuadradas). Buen sabor, absorción rápida y muy fácil de llevar en cualquier parte. Además, puedes calcular la dosis necesaria fácilmente, sabiendo la cantidad de carbohidratos de cada unidad (que te lo especifican en todos los productos) y las tabletas cuadradas pueden romperse a la mitad, obteniendo 2,5gr que pueden venir muy bien para las mini hipos o, incluso, para prevenir… La única pega (por ponerle una) es que se trata de eso, azucares de absorción rápida, y si no tomas algo de absorción lenta recaerás en la hipoglucemia.

Llegados a este punto tenemos que recordar que tan solo con esos carbohidratos de absorción rápida no vamos a llegar muy lejos. Si usas MCG verás cómo tu glucemia sube y al poco tiempo comienza a descender pudiendo llegar a producirse otra hipoglucemia, por lo que es importante tomar alimentos que sepamos que nos aumentará la glucemia, pero en un espacio de tiempo más prolongado, es decir, alimentos de absorción lenta. Estos pueden ser: galletas integrales, pan integral, fruta que contenga bastante fibra (manzana) o grasa (aguacate), quesos… si, por ejemplo, comes un poco de pan con algo de queso, el queso incluso retrasará la absorción de los carbohidratos del pan (ya que el queso es básicamente grasa y retrasa el vaciamiento gástrico).

Lo que procuro usar siempre que puedo son los frutos secos. Estos son sanos, no llenan demasiado y no provocan un pico como el que puede provocar las galletas o el pan. De hecho, como en los turnos en los que trabajo de noche mis glucemias, sensibilidades y demás suelen comportarse como le da la gana, tomo varios puñados a lo largo de la noche.

Por último, algunos consejos:

Prótesis facial que uso cuando me entran las inmensas ganas de comer durante una hipo.

-En las hipoglucemias aparece un apetito voraz. En ocasiones he tenido que cuidarme de no devorar mis propios dedos. Pero hay que atar en corto ese instinto y tomar lo justo para salir de la hipoglucemia ya que hacerle caso al apetito no solo nos llevará a una hiperglucemia importante que además se verá intensificada por las hormonas de contrarregulación; si no que, además, si se tiende a comer mucho en las hipoglucemias, se engorda.

-Evitar tomar grasas o proteínas o productos integrales para corregir una hipoglucemia ya que estos harán que el estómago se vacíe más lentamente y por lo tanto los alimentos tardarán más en llegar al intestino, donde se absorberán los carbohidratos. Es por eso que comer chocolatinas y ese tipo de guarreridas para salir de una hipoglucemia no es una buena opción, aunque si que pueden usarse para mantener la glucemia post-hipo.

-No hacer ejercicio justo después de una hipoglucemia. Reponte primero y observa las tendencias que van llevando tus glucemias. Recuerda que tras una hipo siempre puede venir otra. Cuidado cuando la hipoglucemia se da en niños es mejor no dejarlos solos, pues esta puede repetirse y estos no advertirla.

-Esperar al menos 15 o 20 minutos para realizar alguna acción peligrosa que pueda poner en peligro tu vida como conducir.

-En situaciones como una gastroenteritis, vomitos o incluso cuando hemos comido tanto que no nos cabe ni un grano de arroz podemos recurrir a las minidosis de glucagón. Ya escribiré sobre ello… pero ten en cuenta que el alcohol produce una inhibición de la neoglucogénesis, por lo que el glucagón no es efectivo para hipoglucemias producidas por ponerte como Fernando Arrabal en TVE.

-Si la hipoglucemia se ha producido justo antes de comer habría que ingerir primero glucosa y esperar 10 o 15 minutos antes de comer para que esta llegue rápido al intestino y se corrija la hipo. Si no, se mezclaran los alimentos y tardará más en vaciarse el estómago por lo que la hipoglucemia se prolongará…

-Por ultimo, os dejo un dato curioso sobre la fructosa que he descubierto leyendo para escribir este post. Esta se absorbe más lentamente y no afecta a la glucosa de manera directa, pues se incorpora a las células del hígado donde se convierte en glucosa o triglicéridos; por lo que aumenta la grasa corporal. El sorbitol se convierte en fructosa en el hígado, por lo que más vueltas tiene que dar aun para aumentar la glucemia. Por esto, cuidado con corregir una hipoglucemia con productos dietéticos-para diabéticos…

Y hasta aquí este post. Espero que os sea de utilidad y que hayáis aprendido aunque sea lo más mínimo; pues la información es la que nos hace fuertes. Recuerda que puedes suscribirte para no perderte mis futuros post.

 

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